Parece que la época de comuniones está llegando a su final. Por fin puedo volver a coger el ritmo de las publicaciones en el blog y enseñaros un poco más de las sesiones que he podido realizar.
Hoy quería mostraros la sesión de comunión de Ainara. El pasado año su familia se puso en mis manos para las fotos de su prima Lorena, este año le toca a ella ser la protagonista y no puedo estar más agradecida por la confianza de nuevo depositada en mí.
Las sesiones de comunión han dado un giro de 180 grados desde que yo hice la mía. Atrás quedaron las típicas fotos con el cáliz, el crucifijo o el rosario en un estudio oscuro y niños aburridos deseando terminar. Las sesiones de hoy en día son espontáneas, dejo a los niños disfrutar, que traigan cosas con las que quieran tener un alegre recuerdo, porque a fin de cuentas es lo importante. También os pregunto a dónde queréis que vayamos a hacer las fotos, y sino os propongo varias localizaciones para que elijáis entre ellas.
En esta ocasión pusimos rumbo a la ermita de Coria. Le dije a la mamá de Ainara que llevasen cosas que se identifiquen con ella, con sus gustos y aficiones. Ainara baila flamenco y le gusta montar en patines, así que sus fotos tuvieron (como suelo acostumbrar) su propio toque personal. También le acompañaron su hermano y sus papás para el reportaje.
Siempre recomiendo realizar fotografías con los hermanos (si los hay) y con los papás al menos. El día de la comunión es una verdadera locura y sois muchos los que luego me comentáis que aquel día no os dio tiempo a haceros ninguna foto juntos con mucha pena.
Sin más, os dejo con el reportaje a continuación. ¡Deseo que os guste!
ABRAZOS MILES ♥
