Con la llegada del buen tiempo y pasado el BOOM de las comuniones, es hora de las sesiones de embarazo. En esta época del año son grandes protagonistas pues el calorcito acompaña y es un gran aliado para un reportaje ideal al aire libre.
Rocío y Mario vinieron al estudio en el mes de abril. Me contaron que esperaban la llegada de Hugo a inicios de verano y que querían hacer la sesión de embarazo y la del bebé cuando naciese.
En cuanto vi a Rocío sabía qué quería hacer con ella. Flores, campo, verde para esos ojos tan bonitos.
Debido al mal tiempo que hemos tenido semanas atrás, tuvimos que aplazar a las 36 semanas de gestación para realizar las ansiadas fotos, y es que a veces es complicado cuadrar agendas hasta con meses de antelación de reserva, pues el tiempo por desgracia yo no lo manejo a mi antojo, pero por suerte Rocío estaba estupenda a pesar de estar en la recta final.
Este tipo de sesiones recomiendo hacerlas entre las semanas 28 a 36 de embarazo pues más adelante corremos el riesgo de que el bebé se adelante, de que estéis muy pesadas e hinchadas además de incómodas. Por este motivo es ideal hacer la reserva cuando cumpláis las 20 semanas.
Os dejo con el bonito reportaje de estos futuros papis tan guapos.
¡Espero que os gusten!
Abrazos miles ♥
